Chihuahua, Chih.- Para Ana Victoria y Homero Isaac López Muñoz, dos hermanos de 13 y 12 años, respectivamente, renacieron las esperanzas de continuar estudiando, pues al perder las clases en las primarias regulares debido al constante movimiento migratorio de su madre, abandonaron los estudios, que ahora terminaron en el nivel primaria en el Instituto Chihuahuense de Educación para los Adultos (ICHEA).
Esta dependencia, cuya principal función es atender a jóvenes y adultos mayores de 15 años que no hayan terminado su primaria o secundaria y se encuentren dentro del rezago educativo, también puede ofrecer sus servicios a menores de entre 10 y 14 años.
Eberto Javalera Lino, director general de la institución, explicó que el programa denominado “Mevyt 10-14”, está dirigido principalmente a menores vulnerables, niños que no tienen las posibilidades económicas para asistir a la escuela, los abandonados en albergues, población migrante, y que en el ICHEA tienen la oportunidad para regularizarse en el nivel primaria y no deban esperar hasta los 15 años para iniciar con su formación básica.
“Depende mucho de la voluntad de los padres, como el caso de Eva Joanna Muñoz, madre de Ana e Isaac, quien al conocer los servicios del ICHEA decidió inscribirse y terminar ella la primaria y secundaria, para después motivar a sus hijos con el ejemplo”, dijo el funcionario.
Destacó que este caso registrado en la Coordinación de Zona ubicada en el municipio de Parral, es uno de los muchos que atiende la institución a su cargo en el estado, principalmente en los municipios de Cuauhtémoc y Juárez.
Los menonitas estudian en sus escuelas, pero requieren del reconocimiento y documentos oficiales que solo el Estado Mexicano expide a través del ICHEA, por lo que los incorporamos y por medio de asesorías y posteriormente exámenes, pueden obtener la certificación en primaria – añadió Javalera Lino -.
En los casos de secundaria para los menores de 15 años, se requiere una dispensa de edad que se debe tramitar ante el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), organismo rector de la educación abierta para jóvenes y adultos.
Comentó que en Ciudad Juárez el fenómeno de migración también registra casos de niños que, por las necesidades de sus padres, abandonaron las escuelas.
Ana Victoria cursaba el cuarto año cuando dejó la escuela y Homero también empezaba en el nivel básico, pero con la decisión de su madre y su propio esfuerzo, acreditaron ambos la primara y ahora estudian la secundaria.
Homero Isaac relata: “tuvimos que dejar la escuela porque el trabajo de mi mamá nos hacía cambiar mucho de casa y de ciudad, y a veces cuando llegábamos ya habían iniciado las clases o ya no alcanzábamos cupo”.
Para Ana Victoria también está la realidad de su familia, pues apunta que “otras veces no nos alcanzaba el dinero”.
Eva Joanna nació en el municipio de Balleza y a los 3 años llegó con sus padres a Parral; desde los 21 años se ha dedicado a viajar para buscar oportunidades y vender los productos tejidos que elabora, cambiando de residencia de manera frecuente, desde Ciudad Juárez hasta la capital del estado y municipios cercanos a Parral.
Dice que por Ana y Homero tomó la decisión de establecerse en Parral y “al conocer a los maestros del ICHEA, me propuse sacar la escuela y apoyar a mis hijos, ya que quiero que ellos tengan opciones para salir adelante y no deban andar de un lugar a otro… que continúen con sus estudios, pues como yo pude, ellos van a lograr más”.
