
Cuauhtémoc, Chih.- Además de las drogas, hoy en día los teléfonos celulares se han convertido en una adicción tan fuerte que puede llevar a los padres a pasar por encima del instinto de proteger a sus hijos, cayendo en descuidos tan graves que ponen en riesgo la salud e integridad de los menores.
Marisela Comadurán Amaya, Directora del DIF municipal, explicó que desde hace tiempo se presenta una nueva problemática en materia de omisión de cuidados, se trata de las mamás adictas al celular, una conducta que desafortunadamente va en aumento.
En la actualidad, el DIF municipal registra casos de omisión de cuidados en los que media la ingesta de alcohol o el uso de drogas muy agresivas que generan problemáticas, incluso accidentes graves en los niños de familias disfuncionales.
Sin embargo, hoy se suma una nueva adicción, la del teléfono celular, equipos en los cuales las madres y padres de familia suelen pasar gran parte de su tiempo, descuidando a los niños.
Destacó que es necesario atender a los hijos, volver a sentirlos, mirarlos, olerlos, tocarlos y regresar a un contacto total y pleno para una convivencia sana y cercana y no dejar que un teléfono ocupe gran parte del tiempo de familia.
Comadurán Amaya explicó que gran parte del método educativo de María Montesori está basado en el contacto físico del niño con los objetos de los que habrá de aprender, de igual manera en casa es urgente regresar a la atención de los menores, no solo para evitarles accidentes, sino para mejorar la relación.